A menudo en nuestra vida, vamos con el  piloto automático, sin pararnos a sentir y ni siquiera a vivir. Nuestros días pasan en una vida que no sabemos si es la nuestra, hasta que un día, de repente, miramos para atrás y nos damos cuenta que no hemos disfrutado del camino. No te pasa a veces que llegas al final de día y dices ¿Qué he hecho hoy? Confieso que a menudo, cuando voy al trabajo, llego sin realmente saber por dónde he pasado y cómo he llegado hasta allí.

Es nuestro piloto automático, ese que nos ahorra mucha energía en el cerebro, no necesitamos pensar las acciones que tenemos automatizadas y eso es de agradecer, lo malo es cuando lo controla todo y no deja nada a nuestro yo verdadero.

¿Quieres darte ahora otra oportunidad? O ¿vas a esperar a que la vida te de su aviso?

Hace un tiempo mi amigo Alberto Mrteh del Zoco del Escriba, escribió un post sobre el libro de Antonio Lozano “Un largo sueño en Tanger” . Su artículo me impresionó tanto que le dije – “Alberto, tienes que prestarme ese libro”. Un tiempo después, al leerlo, descubrí que para mí, dicho libro, tenía una lectura muy diferente a la que mi amigo me había contado y realmente profunda. Te invito a leerlo y que me digas cual es tu lectura del mismo.

A Isabel, la protagonista del libro, de pronto, la vida le empuja a “parar su piloto automático” y desde su situación, postrada en la cama y sin comunicación con el exterior, es capaz de conectar con ella misma, es capaz de darse cuenta de su vida, de lo que es importante para ella y lo que no y sobre todo es capaz de sentir, aunque parezca mentira (dadas sus circunstancias).

un largo sueno en TangerEn esta novela, Antonio Lozano, me lleva, quizá sin saberlo, a lo que para mí es el poder del ahora. A la capacidad de sentir el cuerpo, la capacidad de percibir los sentidos, el oído, el olfato, el tacto e incluso la vista (aunque sea a través de la visualización) y toda esa percepción de los sentidos, que hace a Isabel posicionarse en el ahora y apagar su piloto automático, es lo que le hace retomar las riendas de su vida. Es el mejor ejemplo, que yo he leído, de como el hecho de sentir el cuerpo, la capacidad de agudizar los sentidos, permite a Isabel desconectar su lavadora mental y reconectar consigo misma.

A veces, tenemos la suerte de que la vida nos avisa con accidentes o enfermedades, para decirnos, ¡cuidado!, ¿estás seguro de estar siguiendo tu camino? ¿estás seguro de vivir la vida que quieres? ¿eres consciente de la vida que estás viviendo? Normalmente, esos sucesos nos hacen cambiar el rumbo y empezar a sentir.

Solo deseo que no necesites esta llamada de atención de la vida, te invito a leer este hermoso libro y a reflexionar ¿esás viviendo la vida que quieres?

Te reto a hacer la prueba, cuando te sientas secuestrado por tus emociones, cuando la lavadora de tu mente no pare de dar vueltas y estés en el programa de centrifugado, en ese momento, prueba a sentir tu cuerpo, prueba a agudizar tus sentidos, los olores de la sala, el roce de la ropa en tu cuerpo, los sonidos que te rodean, las sensaciones de tu lengua dentro de tu boca. Párate un momento a sentir y verás como la emoción ya no es tan potente, verás que ahora puedes decidir qué hacer por ti mismo.

¿Quieres compartir conmigo lo que has experimentado después de este baño de los sentidos? Puedo decirte que a mí, me encanta hacer esto y que cuando lo hago, cuanto menos, noto que mi corazón late más tranquilo. Y cuando mi corazón late más tranquilo, mi vida fluye más tranquila y mi interacción con el mundo que me rodea es más placentera.

Espero que te haya gustado este artículo y si es así lo compartas con quien pueda ayudarle.

P.D. ¿Vas a esperar a que la vida te de un aviso en forma de accidente como a Isabel?, o ¿vas a tomar ahora las riendas de tu vida?

3 thoughts on “Un largo sueño en Tanger

  1. Me ha encantado el artículo, Pilar. Ya sabes que me gusta muchísimo la lectura que hiciste de la novela de Antonio y esta experiencia ha hecho que consiga prestar libros sin sentir angustia por separarme de ellos.
    Voy a tomar nota mental de la prueba que propones para ver si realmente mi corazón se calma la próxima vez que algo le haga latir más rápido de lo normal.
    Es un placer leerte.
    Alberto Mrteh (El zoco del escriba)

    Like

Leave a comment

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.